Consejos de diseño web efectivos segun la investigación

Necesitas seguir algunos consejos de diseño web efectivos según la investigación, te ayudarán a optimizar tu página y a mejorar tu experiencia de usuario. En este artículo, te voy a mostrar consejos de diseño web que puedes aplicar a tu próximo proyecto de sitio web para hacerlo más atractivo, rápido y eficaz.

¿Quieres crear un sitio web que impresione a tus visitantes y los convierta en clientes?

Haz que la velocidad del sitio sea una prioridad absoluta.

La velocidad del sitio es uno de los factores más importantes para el éxito de tu página web. Según un estudio de Google, el 53% de los usuarios móviles abandonan un sitio si tarda más de 3 segundos en cargar. Además, la velocidad del sitio afecta al SEO, al tiempo de permanencia, a la tasa de rebote y a la conversión.

Por eso, debes asegurarte de que tu sitio web se cargue lo más rápido posible, optimizando el tamaño y el formato de las imágenes, eliminando los recursos innecesarios, usando una buena herramienta de caché y un servicio de CDN (red de distribución de contenidos).

Aprovecha el pliegue.

El pliegue es la parte de la pantalla que se ve sin tener que desplazarse hacia abajo. Es el primer contacto que tienen tus visitantes con tu sitio web, y por eso debes aprovecharlo para captar su atención y transmitir tu propuesta de valor.

Según un estudio de Nielsen Norman Group, el 57% del tiempo de visualización se concentra por encima del pliegue, y solo el 17% por debajo. Por eso, debes colocar en el pliegue los elementos más importantes de tu página, como el título, el subtítulo, el botón de llamada a la acción, el logotipo y una imagen o vídeo relevante.

Aprovecha la Ley de Hick.

La Ley de Hick dice que cuanto más opciones tiene una persona, más tiempo tarda en tomar una decisión.

Esto se aplica también al diseño web, donde ofrecer demasiadas opciones puede abrumar y confundir a tus visitantes, y hacer que abandonen tu sitio o no realicen la acción deseada. Por eso, debes reducir al mínimo las opciones que ofreces en tu sitio web, eliminando los elementos innecesarios o distractivos, como los banners, los pop-ups, los enlaces irrelevantes o los botones redundantes.

Hazlo simple.

La simplicidad es una de las claves del buen diseño web. Un sitio web simple es más fácil de usar, de entender y de recordar. Además, transmite una sensación de profesionalidad, credibilidad y elegancia. Para lograr un diseño simple, debes seguir algunos principios básicos, como usar un espacio en blanco adecuado, usar una paleta de colores limitada y armoniosa, usar una tipografía clara y legible, usar un sistema de rejilla para organizar los elementos y usar un estilo visual consistente.

Evita los carruseles, los controles deslizantes, las pestañas y los acordeones.

Estos elementos son muy comunes en muchos sitios web, pero no son muy efectivos ni recomendables. Según varios estudios, los carruseles y los controles deslizantes tienen una tasa de clic muy baja (menos del 1%), ya que la mayoría de los usuarios ignoran o no ven las diapositivas que pasan automáticamente.

Además, estos elementos ocupan mucho espacio, ralentizan la carga del sitio y dificultan la navegación. Lo mismo ocurre con las pestañas y los acordeones, que ocultan información importante y hacen que el usuario tenga que hacer más clics para acceder a ella.

Prioriza el desplazamiento sobre el clic.

El desplazamiento es una forma natural e intuitiva de explorar un sitio web, especialmente en los dispositivos móviles. El clic, en cambio, requiere más esfuerzo y atención por parte del usuario.

Por eso, debes priorizar el desplazamiento sobre el clic en tu diseño web, ofreciendo toda la información relevante en una sola página (o landing page), sin necesidad de que el usuario tenga que ir a otras páginas o secciones para encontrar lo que busca.

Atención directa con señales visuales.

Las señales visuales son elementos que ayudan a dirigir la atención del usuario hacia donde quieres que mire o haga clic. Pueden ser flechas, líneas, formas, iconos, imágenes o colores que resalten o contrasten con el fondo. Las señales visuales son muy útiles para guiar al usuario a través de tu sitio web y aumentar la probabilidad de que realice la acción deseada, como suscribirse a tu newsletter, comprar tu producto o contactar contigo.

Usa personas en las imágenes (pero evita las fotos de archivo).

Las imágenes de personas son muy efectivas para generar confianza, empatía y conexión con tus visitantes. Según un estudio de Marketing Experiments, las imágenes de personas reales pueden aumentar las conversiones en un 95%. Sin embargo, debes evitar usar fotos de archivo genéricas o falsas, que pueden tener el efecto contrario y hacer que tu sitio web parezca poco profesional, impersonal o engañoso.

Lo mejor es usar imágenes propias o de calidad, que muestren personas reales relacionadas con tu negocio o tu público objetivo.

Usa el orden correcto de la lista.

El orden en el que presentas los elementos de una lista puede influir en cómo los percibe y recuerda el usuario. Según el efecto de serialidad, los usuarios tienden a recordar mejor los primeros y los últimos elementos de una lista, y a olvidar los del medio. Por eso, debes colocar en los primeros y últimos puestos los elementos más importantes o atractivos de tu lista, y dejar los menos relevantes o diferenciadores para el medio.

Olvídate del orden de tu menú de navegación.

El menú de navegación es uno de los elementos más importantes de tu sitio web, ya que permite al usuario acceder a las diferentes secciones o páginas de tu página. Sin embargo, el orden en el que colocas las opciones de tu menú no es tan importante como crees.

Según un estudio de ConversionXL, el orden del menú no tiene un impacto significativo en el comportamiento o la satisfacción del usuario. Lo que sí importa es la claridad y la relevancia de las opciones que ofreces, y que sean fáciles de encontrar y entender.

Estos son algunos consejos de diseño web basados en la ciencia que puedes aplicar a tu próximo proyecto de sitio web para hacerlo más exitoso. Recuerda que el diseño web no es solo una cuestión estética, sino también una cuestión estratégica, que puede marcar la diferencia entre tener un sitio web mediocre o uno extraordinario.

El buen diseño e invisible, solo cuando es malo nos damos cuenta de él

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El buen diseño es invisible. Solo cuando es malo nos damos cuenta de él. Esta es una frase que se suele repetir en el mundo del diseño gráfico, web, de productos o de servicios. ¿Qué significa realmente? ¿Por qué es importante tener un buen diseño? ¿Cómo podemos lograrlo?

¿Qué es el buen diseño?

El buen diseño es aquel que cumple con su función de manera eficaz, eficiente y satisfactoria. Es decir, que resuelve un problema o una necesidad del usuario, que lo hace con la menor cantidad de recursos posibles y que genera una experiencia positiva y memorable.

El buen diseño no se limita a la estética o al aspecto visual, sino que abarca todos los aspectos del producto o servicio: la funcionalidad, la usabilidad, la accesibilidad, la sostenibilidad, la ergonomía, la seguridad, la calidad, etc.

El buen diseño es invisible porque no llama la atención sobre sí mismo, sino que se integra con el contexto y con el usuario. No distrae ni interfiere con el objetivo principal, sino que lo facilita y lo potencia. No genera ruido ni confusión, sino que transmite claridad y confianza.

El mal diseño, en cambio, es aquel que falla en alguno o en varios de estos aspectos. Es aquel que no responde a las necesidades o expectativas del usuario, que consume más recursos de los necesarios o que provoca una experiencia negativa o frustrante.

El mal diseño es visible porque se hace notar por sus defectos, por sus errores o por sus inconvenientes. Nos obliga a prestarle atención y a dedicarle tiempo y esfuerzo. Nos genera estrés, molestia o rechazo.

¿Por qué es importante el buen diseño?

El buen diseño es importante porque tiene un impacto directo en el éxito o el fracaso de un producto o servicio. Un buen diseño puede ser la diferencia entre captar o perder clientes, entre fidelizar o generar deserción, entre generar valor o desperdiciar recursos.

Un buen diseño puede aportar beneficios como:

  • Mejorar la satisfacción y la lealtad de los usuarios
  • Aumentar la diferenciación y la ventaja competitiva
  • Reducir los costes de producción y mantenimiento
  • Optimizar el rendimiento y la productividad
  • Incrementar la innovación y la creatividad
  • Potenciar la reputación y la imagen de marca

¿Cómo lograr el buen diseño?

Lograr el buen diseño no es una tarea fácil ni rápida. Requiere de un proceso riguroso, iterativo y colaborativo que involucre a todas las partes interesadas: desde los usuarios hasta los desarrolladores, pasando por los diseñadores, los gestores, los proveedores, etc.

Algunos pasos clave para lograr el buen diseño son:

  • Investigar las necesidades, los problemas y las oportunidades del usuario
  • Definir el objetivo, el alcance y los requisitos del producto o servicio
  • Idear posibles soluciones creativas y factibles
  • Prototipar y testear las soluciones con usuarios reales
  • Evaluar los resultados y recoger feedback
  • Implementar las mejoras y lanzar el producto o servicio al mercado
  • Monitorizar el uso y el impacto del producto o servicio
  • Actualizar y mejorar el producto o servicio según las nuevas demandas

Ejemplos de buen diseño

Para ilustrar lo que hemos explicado hasta ahora, vamos a ver algunos ejemplos de buen diseño en diferentes ámbitos:

El buscador de Google: un ejemplo de simplicidad, rapidez y eficacia. Con una interfaz minimalista y una tecnología avanzada, permite encontrar lo que buscamos en cuestión de segundos.

El iPhone: un ejemplo de funcionalidad, usabilidad y estética. Con un diseño elegante e intuitivo, ofrece una experiencia fluida y personalizada a través de sus múltiples aplicaciones.

El Kindle: un ejemplo de accesibilidad, sostenibilidad y ergonomía. Con un dispositivo ligero y cómodo, permite leer libros electrónicos en cualquier lugar y momento, ahorrando papel y energía.

El metro de Londres: un ejemplo de claridad, seguridad y calidad. Con un sistema de señalización icónico e inteligible, facilita el transporte público en una ciudad compleja y concurrida.

Conclusión

El buen diseño es invisible. Solo cuando es malo nos damos cuenta de él. Por eso, es importante dedicarle tiempo y esfuerzo al diseño de nuestros productos o servicios, siguiendo un proceso riguroso y centrado en el usuario. Así, podremos ofrecer soluciones que resuelvan problemas, que generen valor y que creen experiencias positivas. El buen diseño es una inversión que se traduce en beneficios para todos.

Un video informativo sobre el tema